Clínica Medivás

Mejora tu circulación sanguínea a través de la alimentación: hábitos que marcan la diferencia

Una buena circulación sanguínea es esencial para mantenernos sanos y llenos de energía. El sistema circulatorio es el encargado de transportar oxígeno y nutrientes a cada célula del cuerpo, y cuando no funciona bien, pueden aparecer síntomas como piernas cansadas, hinchazón, manos frías o incluso problemas más serios como várices y enfermedades cardiovasculares.

La buena noticia es que no necesitas una medicina mágica: la alimentación es una de las herramientas más poderosas para cuidar tu circulación. Aquí te contamos qué incluir en tu dieta diaria para mantener tus arterias y venas en excelente forma.

1. Alimentos ricos en antioxidantes

Los radicales libres pueden dañar las paredes de los vasos sanguíneos. Para protegerlas, necesitas antioxidantes, que se encuentran en:

  • Frutas rojas (fresas, arándanos, cerezas, granadas): ricas en antocianinas, que fortalecen los capilares.

  • Cítricos (naranjas, limones, toronjas): altos en vitamina C, fundamental para la formación de colágeno en los vasos.

  • Vegetales verdes como la espinaca y el brócoli: aportan vitamina K, que ayuda a la coagulación adecuada de la sangre.

2. Grasas saludables para arterias flexibles

No todas las grasas son malas. Las grasas insaturadas ayudan a mantener las arterias limpias y flexibles:

  • Aguacate

  • Aceite de oliva extra virgen

  • Nueces y semillas

  • Pescados grasos (salmón, atún, sardinas): ricos en omega-3, que reducen la inflamación y los niveles de triglicéridos.

3. Alimentos que mejoran la fluidez de la sangre

Algunos ingredientes naturales tienen propiedades anticoagulantes suaves, ideales para mejorar la circulación:

  • Ajo crudo: reduce la presión arterial y mejora el flujo sanguíneo.

  • Cúrcuma: su compuesto activo, la curcumina, tiene efectos antiinflamatorios.

  • Jengibre: ayuda a prevenir la formación de coágulos.

4. Hidratación: la clave olvidada

Una sangre bien hidratada fluye con más facilidad. Beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día ayuda a evitar que la sangre se vuelva espesa, lo que dificulta su circulación. También puedes incorporar:

  • Té verde o infusiones como diente de león, que además tienen efectos diuréticos suaves.

  • Agua con limón: una forma sencilla de comenzar el día ayudando al sistema circulatorio.

5. ¿Qué alimentos evitar?

Así como hay alimentos que ayudan, hay otros que pueden empeorar la circulación:

  • Grasas trans y saturadas (comidas ultraprocesadas, embutidos, frituras).

  • Exceso de sal: favorece la retención de líquidos y aumenta la presión arterial.

  • Azúcares añadidos: contribuyen al sobrepeso, que es un factor de riesgo para problemas circulatorios.

Consejos extra: complementa tu dieta con movimiento

Una alimentación saludable debe ir acompañada de actividad física. Caminar, nadar o hacer yoga favorecen el retorno venoso, especialmente en las piernas. Si trabajas muchas horas sentado, levántate al menos cada hora para estirar las piernas.

Cuidar la circulación no tiene por qué ser complicado. Incluir alimentos ricos en antioxidantes, grasas saludables y especias naturales, mientras reduces el consumo de ultraprocesados, puede marcar una gran diferencia. Tu cuerpo lo notará: más energía, menos hinchazón, y una sensación general de bienestar.

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