¿Cuál es la diferencia entre fenómeno de Raynaud y síndrome de Raynaud?
Dr. Leiva Hernando.
Angiología y C. Vascular.
Dr. Leiva Hernando.
Angiología y C. Vascular.
La poliodioxanona es un material usado desde hace mas de 30 años. Primero como
sutura quirúrgica, después en Medicina Estética, en forma de hilos de diferentes formas, para dar tensión y estimular la regeneración cutánea.
Ahora se ha presentado un material de relleno , hecho a base de Polidioxanona
liofilizada, que se reconstruye con suero fisiológico o agua para inyección.
Es un material Seguro y biodegradable que se degrada por completo por hidrólisis.
“Un solo vial de este relleno equivale a más de 1.000 hilos monofilamento (29G3850).” (1)
Pensamos que va a proporcionar excelentes resultados en su uso como material
inyectable, tanto en su presentación facial como corporal. Por eso en Medivás, incorporamos este filler que cuenta con marcado CE y FDA.
Está especialmente indicado, para combatir la flacidez y en pieles que necesitan aumentar su densidad y vitalidad.
De acuerdo con una encuesta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) del año 2022, el 53% de la población española presenta sobrepeso u obesidad (un 36,6% con sobrepeso y un 17,2% con obesidad).
El sobrepeso y la obesidad se relacionan con importantes problemas de salud. La obesidad es una enfermedad que contribuye a acortar la expectativa de vida ya que se asocia con alteraciones cardiovasculares y algunos tipos de cánceres. Con la pérdida de peso, se mejora la salud y la calidad de vida. Para el diagnóstico no basta sólo con conocer el “ exceso de peso” sino que es fundamental establecer los parámetros de masa grasa y su exceso sobre los límites normales ya que el exceso de grasa se correlaciona con problemas de salud. Para ello se aplican técnicas de antropometría como las determinaciones de peso, talla, índice de Masa muscular ( IMC), medidas de circunferencia de las cuales cobra una gran importancia la medida de la cintura y técnicas de estudio no invasivas como la bioimpedancia entre otras que permite constatar si el incremento de peso corresponde a un exceso de grasa corporal la cual es nociva para la salud.
Para definir sobrepeso/obesidad son necesarios datos antropométricos y conocer el porcentaje de grasa corporal.
Actualmente IMC es un índice validado por la Organización Mundial de la Salud en la evaluación del estado nutricional de adultos y a partir de su resultado se puede conocer si un individuo presenta normopeso, sobrepeso u obesidad.
La obesidad puede clasificarse de distintas maneras , una de las clasificaciones más empleadas es en función de la distribución de la grasa corporal, establecida a partir de las medidas de circunferencia de cintura y cadera.
La medición de la circunferencia de cintura y cadera permite establecer la diferencia entre adiposidad androide o central y ginoide o periférica, así como cuantificar los cambios que pueden producirse como consecuencia de tratamientos sobre el contorno corporal.
BIOIMPEDANCIA
Utiliza las propiedades eléctricas del organismo para valorar la composición corporal. Permite establecer un diagnostico más preciso de la obesidad. Se trata de una técnica sencilla, no invasiva y de fácil aplicación. Está contraindicada en pacientes con marcapasos cardíacos y requiere de condiciones standard de aplicación para obtener datos reproducibles. Presenta como ventajas que ofrece datos objetivos e independientes del operador y da valores fiables y reproducibles de la composición corporal.
Es imprescindible en el diagnóstico ya que permite objetivar la composicion corporal (masa grasa , agua corporal y masa muscular para valorar si existen valores normales o estos están reducidos por la edad o el sedentarismo (sarcopenia).
En este blog ya hemos hablado con anterioridad de los aneurismas de aorta y hemos dado unas pinceladas de los posibles tratamientos quirúrgicos (ya que no existe tratamiento médico para esta enfermedad).
Entre los casos más famosos de aneurisma de aorta se encuentra el de Albert Einstein (1879-1955).
Este famoso científico ya se encontraba viviendo en Estados Unidos, y tenía un régimen de vida poco saludable (fumaba constantemente, descuidaba sus hábitos alimenticios y hacía poco ejercicio físico).
En una ocasión, debido a unos dolores abdominales periódicos que iban empeorando progresivamente, se puso en manos de un famoso cirujano, que le propuso una cirugía para explorar el abdomen por dentro y encontrar la causa de sus molestias. Y eso hizo a finales del 1948, cuando Einstein tenía 69 años.
En el abdomen no encontró piedras en la vesícula, que era la principal sospecha de ser causante de los síntomas. Por el contrario, pudo observar un aneurisma de aorta “del tamaño de un pomelo” según sus palabras exactas, lo que equivaldría a unos 12 cm de diámetro.
La técnica de reparación del aneurisma de aorta no estaba tan desarrollada como en la actualidad, y lo que se le ocurrió a su cirujano fue “envolver” el aneurisma en papel de celofán, con el objetivo de que la fibrosis y cicatrización de los tejidos de alrededor endureciese la pared y contuviera el crecimiento del aneurisma.
Einstein se recuperó de la cirugía y vivió 7 años más gracias a esta innovadora idea, una auténtica suerte ya que se estima que 1 de cada 2 aneurismas de gran tamaño (mayores de 8 cm) se rompen cada año.
Por fortuna en la actualidad tenemos técnicas más sofisticadas para reparar los aneurismas, ya sea mediante cirugía abierta (con una prótesis especial para el paso de la sangre) o con tratamiento endovascular (similar a un cateterismo). Los cirujanos vasculares son los especialistas que se encargan del tratamiento de esta enfermedad, y una evaluación por su parte es esencial para la detección temprana y la realización de un tratamiento con el menor riesgo posible.
Las venas en las piernas se dividen en el sistema venoso profundo y el sistema venoso superficial. El sistema venoso profundo circula en paralelo al sistema arterial, acompañado de las ramas nerviosas por dentro de los músculos y lleva aproximadamente el 90% de la sangre de vuelta al corazón. Por el contrario, el sistema venoso superficial discurre por debajo de la piel y del tejido celular subcutáneo, y lleva un menor porcentaje sanguíneo (10%). Conecta con el sistema venoso profundo a nivel de la ingle y la rodilla (cayado safeno-femoral y safeno-poplíteo respectivamente) así como por un sistema de venas perforantes.
Una trombosis venosa profunda consiste en la aparición de un trombo en el sistema venoso profundo. Uno de los riesgos más importantes es que ese trombo se desplace y migre hasta el pulmón, produciendo un tromboembolismo pulmonar.
La aparición del trombo en una de las piernas puede ser desencadenado por distintos factores (inmovilidad, cirugía reciente, enfermedades de la coagulación de la sangre, compresión del sistema venoso…) e incluso en ocasiones no se llega a discernir cuál ha sido la causa.
Tras un diagnóstico de trombosis venosa profunda, el paciente tiene indicación de tratamiento con anticoagulación que puede tener duración variable dependiendo de la extensión, las complicaciones y del desencadenante. Es importante establecer una serie de medidas orientadas a prevenir las secuelas que puede producir un trombo en el sistema venoso profundo (ulceración, dolor, cambios de coloración…), ya que las válvulas que evitan el retorno de la sangre quedan habitualmente dañadas.
Entre estas medidas se encuentran el uso de media de compresión (que puede ser temporal o de manera indefinida), el uso de determinada medicación para mejorar o prevenir los síntomas y determinadas medidas posturales.
La sospecha de una trombosis venosa profunda es una urgencia médica y el diagnóstico debe ser realizado por un médico mediante ecografía doppler. La derivación a un cirujano vascular para su seguimiento, valoración de opciones quirúrgicas y control de complicaciones es esencial para un manejo adecuado y el bienestar del paciente.
LA INVESTIGACIÓN INCLUYÓ A MÁS DE 400 PACIENTES INGRESADOS
La Dra Cristina de Ancos ha participado en una investigación sobre la prevención de trombos en pacientes COVID-19. Cristina de Ancos Aracil, internista y especialista en trombosis ha participado en este estudio, denominado ‘Hepavid’, y que está enfocado en mejorar el manejo de la tromboprofilaxis en personas con infección por COVID-19.
Los primeros resultados, fueron publicados en el Congreso Europeo de Trombosis y Hemostasia, sugieren que el riesgo de sangrado no aumenta en este tipo de enfermos.
Se trata de un estudio observacional retrospectivo con el objetivo de mejorar el manejo de la tromboprofilaxis en pacientes con Covid-19 promovido por el Grupo Italfármaco en el que también participaron otros dos hospitales.
Los resultados de esta investigación, incluyeron un total de 415 pacientes ingresados, han revelado importantes resultados clínicos que podrían impactar en las estrategias de tratamiento tromboprofiláctico en pacientes no críticos ingresados con Covid-19.
Por su parte, Cristina de Ancos Aracil, investigadora del estudio, explica que “es muy interesante realizar más estudios como el Hepavid, para poder conocer la dosis de profilaxis adecuada en cada paciente con neumonía por SARS-Cov2 ya que presentan un estado protrombótico complejo que tal vez precisaría de dosis más altas que las habituales para la tromboprofilaxis médica”.
Avances terapéuticos en estos pacientes
Hasta ahora las guías clínicas han recomendado pautar tromboprofilaxis a todos los pacientes hospitalizados con Covid-19 por su capacidad de reducir la incidencia de eventos trombóticos, que parece aumentada en los pacientes que sufren esta patología.
Además, se había sugerido que el uso de heparinas de bajo peso molecular podría resultar beneficioso también para la evolución clínica de los pacientes hospitalizados.
En este sentido, el estudio Hepavid en el que ha participado De Ancos ha incluido pacientes sin tromboprofilaxis y pacientes que recibieron diferentes pautas de enoxaparina biosimilar, y se ha observado cómo aquellos pacientes que recibían tromboprofilaxis (en este caso, medidas farmacológicas para prevenir la trombosis) consiguieron mejorar su evolución clínica sin aumentar el riesgo de sangrado.
La contracción muscular del muslo, pero sobre todo de la pierna, tiene un efecto preponderante en el retorno venoso.
El músculo, al encontrarse envuelto por la aponeurosis inextensible durante la contracción, ejerce una presión externa sobre las venas, las comprime y produce cambios dinámicos que impulsan la sangre hacia la aurícula derecha, ayudado por la conformación y orientación del sistema valvular.
Este mecanismo, denominado “bomba venosa”, actúa durante la marcha y lo hace de manera fundamental sobre el sistema venoso profundo e influencia en forma indirecta (succión) al sistema venoso superficial.
Esto explica por qué la contracción muscular de las extremidades facilita el retorno venoso hacia el corazón y disminuye la presión venosa.
Durante la relajación muscular cesa la presión ejercida sobre las venas profundas, que se vacían y quedan disponibles para ser rellenadas desde el sistema venoso superficial.
El índice tobillo-brazo es una prueba sencilla, rápida e indolora que realiza el cirujano vascular en consulta y que consiste en comparar la presión arterial sistólica medida en el tobillo con la presión arterial sistólica medida en el brazo.
Dr. Leiva Hernando
Angiología y C. Vascular